La Teoría del Diseño Inteligente dice que “las causas inteligentes son necesarias para explicar la compleja información de las ricas estructuras de la biología y que estas causas son empíricamente detectables.” Ciertas características biológicas desafían la explicación Darwiniana de “coincidencias fortuitas”. Ellas parecen haber sido diseñadas. Puesto que el diseño lógicamente necesita de un diseñador inteligente, la aparición del diseño es citado como evidencia para la existencia de un Diseñador. Hay tres argumentos primarios en la Teoría del Diseño Inteligente: (1) complejidad irreducible, (2) complejidad específica, y (3) el principio antrópico.
(1) La complejidad irreducible es definida como “… un solo sistema, el cual está compuesto por varias partes interactivas bien integradas que contribuyen a la función básica, en donde el retiro de cualquiera de las partes causa que el sistema deje de funcionar con efectividad.” En otras palabras, la vida es comparada con partes interconectadas que descansan una en la otra a fin de resultar útil. La mutación fortuita puede contribuir al desarrollo de una parte nueva, pero no puede contribuir para el desarrollo concurrente de las múltiples partes necesarias para el funcionamiento del sistema. Por ejemplo, el ojo humano es obviamente un sistema muy útil. Sin el globo ocular (el cual es en sí mismo un complejo sistema irreducible), el nervio óptico, y la corteza visual, una mutación fortuita del ojo, sería en realidad contraproducente para la supervivencia de una especie, y por lo tanto sería eliminada a través del proceso de la selección natural. Un ojo no es un sistema útil, a menos que todas sus partes estén presentes y funcionando apropiadamente al mismo tiempo.
(2) La complejidad específica es el concepto de que, puesto que patrones complejos específicos pueden ser encontrados en organismos, alguna forma de guía debe haber actuado para su aparición. El argumento de la complejidad especifica, establece que es imposible que a través de un proceso fortuito puedan desarrollarse estos complejos patrones. Por ejemplo, un cuarto lleno con 100 monos y 100 máquinas de escribir pueden eventualmente producir algunas palabras, o quizá aún hasta una oración, pero jamás producirán una obra Shakesperiana. ¿Y qué tanto más compleja es la vida que una obra de Shakespeare? Para ser más precisos, William A. Dembski ha expuesto un límite probabilístico como criterio de detección de diseño, que incluso puede ser usado en ciencias forenses, criptográficas, arqueológicas, etc. Es decir, si un evento tiene propiedades de funcionalidad que contrastado con el posible rango combinatorio es más improbable que 1 oportunidad en 10^150 entonces se concluye que el universo y su historia con todas las partículas disponibles en el universo observable, no pueden producir ese resultado por medios físicos meramente.
(3) El principio antrópico establece que el mundo y el universo están “finamente ajustados” para hacer posible la vida en la tierra. Si la proporción de los elementos en el aire de la tierra fuera alterada en lo más mínimo, muchas especies dejarían de existir rápidamente. Si la tierra estuviera un poco más cerca o más lejos del sol, muchas especies dejarían de existir. La existencia y el desarrollo de la vida en la tierra requiere de que muchas variables estén perfectamente armonizadas, de manera que sería imposible que todas estas variables llegaran a existir a través de la casualidad o de eventos fortuitos no coordinados.
Mientras que la Teoría del Diseño Inteligente no pretende identificar la fuente de inteligencia (ya sea Dios u OVNIS, etc.) la gran mayoría de los teóricos del Diseño Inteligente, son teístas. Ellos ven la presencia del diseño que trasciende al mundo biológico, como una evidencia de la existencia de Dios. Sin embargo, hay algunos poco ateos que no pueden negar la fuerte evidencia de un diseño, pero que tampoco están dispuestos a reconocer a un Dios Creador. Ellos tienden a interpretar la información, como una evidencia de que la tierra fue sembrada por alguna clase de raza superior o criaturas extraterrestres (alienígenos).
La Teoría del Diseño Inteligente no es Creacionismo Bíblico. Hay una importante diferencia entre las dos posiciones. El Creacionismo Bíblico comienza con una conclusión: que el relato bíblico de la creación es confiable y correcto; que la vida en la Tierra fue diseñada por un Agente Inteligente (Dios). Entonces ellos buscan evidencias de una esfera natural para respaldar esta conclusión. Los teóricos del Diseño Inteligente comienzan con una esfera natural y alcanzan su conclusión subsecuentemente: que la vida en la Tierra fue diseñada por un Agente Inteligente (quienquiera que éste sea).
Guillermo Cuadra